Capítulo 9: Planes
- Lizbeth nunca va a ceder, no tiene sentido que lo
intentes. – Sandra intentó devolverla a la realidad. Pero Al era muy obstinada
y aunque supiera que no iba a funcionar tenía que intentarlo.
- Quien no arriesga no gana – le respondió Al- Y no somos la
única cabaña que busca eso. Los hijos de Hermes nos apoyarán. Los hijos de
Hefesto estarán encantados de trabajar con cosas grandes.
- Y los hijos de Afrodita no mirarán mal a más espacio para
decorar – ayudó Mäelle.
- Todo esto no sirve de nada – cabeceó Sandra- Se saldrá con
la suya como siempre, no olvides que es lista y siempre encontrará una vía para
ganar.
- ¡Pues la retaré en la carrera de cuadrigas! – le dijo Al –
Tendrá que aceptar, está en juego el honor de su cabaña.
- Pero podríamos perder – gritó Mark desde el otro lado de
la mesa- Nuestro carro desde luego que no es de los mejores y además vas a participar
con Kevin, que no tiene ninguna experiencia.
- ¡Lo haré bien! – prometió este.
- Si el problema no es ese – se lamentó Sandra- No tenemos
la suficiente capacidad para ganar en ningún aspecto. Nuestra única baza es la
velocidad y la manejabilidad de los caballos.
- Tenemos una gran capacidad ofensiva – le espetó Al-
podemos usar el cañón y todo lo que tengamos para dejarlos fuera. Y simplemente
tenemos que buscar una alianza.
- ¿Una alianza? – Se sorprendió Ed- ¿Quién va a buscar una alianza suicida como
la nuestra? Ninguna cabaña lo hará.
- Siempre podemos usar un farol – caviló Mark- Y después simplemente hacemos un trato con la
cabaña que gane.
- Es una buena idea – concedió Al.
Sandra se calló y suspiro. No tenía sentido ser la única que
se oponía al plan de Al. Llevaban discutiendo una hora y todavía no se habían
puesto de acuerdo. Sandra sabía que conseguir una casa mejor para la cabaña era
importante para Al, siempre había sentido la necesidad de protegerlos; de ser
una madre para todos. Pero Lizbeth iba a hacerle daño, todavía la odiaba y no
creía que en un año se hubiera disipado ese rencor.
- Bueno – aceptó – Pero cuando esto acabe mal acordaos de
mí.
Al sabía que acabaría cediendo, pero para ella era
importante estar todos metidos en el asunto. Era el momento de mover algunos
hilos y visitar a algunas personas. Pero antes tenía que ir con Ed a la reunión
de capitanes. Ese era el principio.
- Mark, lleva a Kevin a los establos para que conozca a
Troya – Al empezó a decirle a cada uno su cometido – Tiene que haber un buen
vínculo entre ellos para que nos haga caso. Mäelle, ve con Sandra a ver si
podemos hacer algo con la cuadriga, aunque creo que todo dependerá de si
tenemos suerte o no.
- ¿Y yo? – preguntó Ed, se había olvidado completamente de
que era él el jefe de la cabaña, al menos en nombre.
- ¿Tú? Vístete que tenemos que ir a la reunión a plantarles
cara. – Dicho esto se levantó de la mesa de planificación. Todo el mundo
parecía contento de formar parte del plan, se sentían unidos y felices de
pertenecer a algo. Al sonrió.
- Les demostraremos lo
que son capaces de hacer los hijos de Ares.
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